viernes, 5 de marzo de 2010

Edición 960

¿Pero qué les sucede a nuestras autoridades?

¿Ya ven lo que les decía la vez anterior?

De plano no se puede confiar en ellos. O más bien, al revés: no podemos confiarnos "a ellos"… no podemos confiarles nuestra seguridad, nuestra confort, nuestro beneficio. Sus planes, por lo regular, afectan nuestras vidas de manera negativa, nos acarrean problemas inesperados (y en ocasiones, inimaginables).

Si antes ya era incómodo estar esperando el transporte en la parada de la curva frente a lo que ahora es Luna Parc, en estos días, con esta decisión tan incongruente, ahora resulta peligroso.

En serio, es como si nuestro peor enemigo fuera el gobierno. Y en este caso, nuestra enemiga acérrima, Alejandra del Moral. ¡Qué triste!



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